viernes, abril 14, 2006

En un 14 de Abril del 2006...



Por un lado...

¡Viva la República!

Y por otro lado...

¡Ay, Señor, cuánta pasión!

Ampliando el rito ya existente, la Hermandad de Nosequé decidió el otro día indultar no a uno, sino a dos presos, coincidiendo con la conmemoración de la pasión y muerte de Cristo, o sea, con la Semana Santa.

Si alguien sabe de qué fuente de legitimidad constitucional obtiene esa Hermandad su derecho a sacar presos de la cárcel, que me lo diga. Yo no he visto ningún artículo de la Constitución que declare que el derecho de gracia puede ser delegado en asociaciones ajenas a los poderes del Estado.

Es constante la interferencia de los usos, costumbres y prerrogativas de la Iglesia católica en la vida civil española. Ya sé que hay asuntos muy importantes –su extraordinario papel en la Enseñanza, por ejemplo– y otros que lo son menos, como éste, pero incluso los asuntos de menor trascendencia pueden cobrar un fuerte valor simbólico. Ya me he referido en alguna ocasión a esa ceremonia absurda que se celebra cada 25 de julio en Santiago, en la que el jefe del Estado o alguien que actúa en su nombre pone al propio Estado a los pies de la Iglesia, apóstol mediante, y de esa otra que lleva a las autoridades y a la jerarquía eclesial bajo palio con motivo de la procesión de Corpus Christi, en Toledo. Si el español es un Estado aconfesional, como se dice, ¿qué sentido tiene mantener la mezcolanza de lo civil y lo religioso que tanto auge cobró durante el franquismo, pero que tan difícil apaño tiene en la legalidad vigente?

No había previsto escribir hoy sobre esto, pero es que me he levantado pronto –como casi siempre– y mi interés por obtener información de la radio ha chocado contra la dura realidad del día: todas las emisoras principales estaban inflamadas de fervor religioso, retransmitiendo procesiones. Y no de cualquier manera. En la cadena Ser he oído a una reportera que, en tono grave, me ha informado de que «es imposible sostener la mirada del Cristo del Gran Poder». Será imposible, en todo caso, porque la imagen en cuestión no mira nada, que yo sepa.

Si ésta es la España civil, ¿cómo serán las otras?