Vaya mina
A continuación, os copio un artículo (que tiene el gusto de "regalarnos" Libertad Digital) de una descerebrada estadounidense que no tiene desperdicio. Excepcionalmente, intercalaré comentarios, en tono más o menos jocoso, de mi propia cosecha (en negrita) en el mismo.
Demócratas y apaciguamiento
Ann Coulter
Supe que los sucesos en Oriente Medio eran importantes cuando el New York Times les dedicó casi tanto espacio como al veredicto de un tribunal de Nueva York hace un par de semanas en el que rechazaba el matrimonio homosexual.
Ya empezamos con prejuicios.
Algunos han argumentado que la respuesta de Israel es desproporcionada, lo que en realidad es correcto: no fue lo bastante fuerte ni de lejos. Lo sé porque aún hay zonas del sur del Líbano en pie.
Que duda cabe. Imagino que siempre podrían gasearlos.
La mayor parte de los norteamericanos han estado pegados a las pantallas de sus televisores, asombrados ante la demostración de poder de Israel, preguntándose: "Vaya, ¿por qué no podemos hacer eso?"
Perdón, su gobierno y sus Fuerzas armadas ya lo han hecho en repetidas ocasiones (Vietnam, en las dos Guerras del Golfo, Kosovo...).
El presidente del Comité Nacional Demócrata Howard Dean afirma que "lo que está pasando en Oriente Medio hoy" no estaría sucediendo si los demócratas estuvieran en el poder. Cierto, si los demócratas estuvieran al cargo, nuestras ciudades estarían en ruinas y el estado de Israel habría sido borrado del mapa ya.
Veo que esta señora ha visto demasiadas veces La Guerra de los Mundos (la versión de Spielberg, concretamente).
Pero según Dean, los demócratas tendrían "la autoridad moral que tuvo Bill Clinton" –no, en serio, siga leyendo– "cuando reunía a israelíes y palestinos". Clinton realmente obtuvo la Paz de Nuestro Tiempo con ese acuerdo, siendo "nuestro tiempo" una referencia a la emisión televisiva de cinco minutos en la que lo anunció. Yasser Arafat se retractó inmediatamente de todas sus promesas e inició la segunda intifada.
¿Inmediatamente? Contemos... Los acuerdos de Oslo -aunque se conoce más por la foto de Rabin y Arafat chocándose la mano- fueron allá por 1993 y la llamada Segunda Intifada no empezó hasta el 2000. Siete años son, claramente, un claro ejemplo de "inmediatez".
Aunque también es posible que se refiera a la reunión de Camp David de Arafat y Barak, apadrinada por Clinton, allá por julio del 2000. E incluso quizás confunda el término "inició" con "fué incapaz de llevar a cabo por más tiempo -ya fuese por incapacidad o por vergüenza- su misión de carcelero de su propio pueblo -el palestino-, tal y como consagraron los acuerdos de Oslo antes citados"... En ese caso sí, quizás tenga razón.
El hecho de que Israel sea capaz de lanzar un ataque contra Hezbolá sin provocar instantáneamente una conflagración multinacional en Oriente Medio es prueba de lo que ha logrado Bush. Ha empezado a crear un bloque moderado de líderes árabes que aparentemente no están interesados en convertirse en el próximo Sadam Husein.
Es cierto. Los árabes (los de a pie, no las élites "moderadas" -espera, que me río-) han "perdido el miedo", como decía Robert Fisk en su artículo de hoy en La Vanguardia ("Continúa el tormento de Líbano", 5-VIII-2006): "Uno de los cambios más profundos de la región en las últimas décadas ha sido la creciente falta de inclinación de los árabes a sentir miedo. Puede que sus dirigentes (...) tengan miedo, pero el pueblo no. Una vez que el pueblo ha dejado de sentir terror, ya nada puede infundirle miedo de nuevo. Por eso, la consecuente política israelí de lograr el sometimiento árabe mediante la destrucción (...) [es] una política que, tal como empiezan a descubrir los estadounidenses en Iraq, está condenada al fracaso." Y termina advirtiendo: "...al ver el martirio de Líbano (...) hay un pensamiento terrible que día a día me viene más a la mente: habrá otro 11-S."
No ha habido una quiebra de la bolsa, mostrando que los mercados tienen confianza en que Israel tratará apropiadamente el problema y éste no se expandirá hasta convertirse en la Tercera Guerra Mundial.
Está claro que Israel está "tratando apropiadamente el problema" cuando, estando ya en el 25º día de operaciones militares en el Líbano se ha devastado el país sin lograr ninguno de sus objetivos estratégicos y alcanzar una clara situación de estancamiento a nivel táctico.
Contando que han muerto más de 900 civiles a cambio de unos 100 milicianos de Hezbollah, las cuentas dicen que para eliminar a los más de 1.000 guerrilleros deberían morir unos... ¡90.000 civiles libaneses! Eso sin contar las bajas militares (45 muertos y más de un centenar de heridos, hasta el momento) y civiles israelíes.
¡Menudo "tratamiento apropiado", señora Coulter!
Pero los progresistas nunca pueden abandonar la idea de que debemos aplacar a bestias salvajes apaciguándolas, ya estemos tratando con asesinos como Willie Horton o con terroristas islámicos. Después la bestia te come. Y es que sólo hay dos opciones con los salvajes: luchar o salir huyendo. Los demócratas siempre quieren salir huyendo, pero se disfrazan con lemas huecos como "diplomacia", "detente", "implicación", "implicación multilateral", "diplomacia multilateral", "contención" y "acudir a la ONU". Supongo que piensan: "Hey, el apaciguamiento funcionó muy bien con... uh... espere, esta me la sé... ummm... lo tengo en la punta de la lengua..."
Estoy completamente de acuerdo. La táctica de apaciguamiento (o "appeasement", si se prefiere) no está resultando nada fructífera con Israel. ¡Ya es hora que alguien ponga en su lugar al Estado sionista!
A los Demócratas les gusta hablar, pero nunca te los encuentras luchando. Siempre existe una oscura objeción a plantearse en cada circunstancia particular.¡Pero en alguna guerra futura, van a ser intrépidos! Simplemente una es incapaz de imaginarse cuál será esa guerra. Los demócratas nunca han encontrado una guerra de la que no puedan huir.
Yo tampoco sé que guerra será esa. Pero seguro que ni usted (ni sus hijos) tampoco estarán en la primera de línea de combate.
En "Meet the Press" el mes pasado, al senador Joe Biden le preguntaron si apoyaría una acción militar contra Irán si los iraníes llegasen a "apretar el acelerador con la construcción de su programa nuclear". No, por supuesto que no. No hay, decía Biden, "amenaza inminente en este punto".
Según ese mismo argumento, China debería (y estaría plenamente justificada a ello) lanzar un ataque preventivo con su armamento nuclear estratégico contra los EEUU ya que estos apretan "el acelerador con la construcción de su programa nuclear".
Según los demócratas, no podemos atacar a Irán hasta que hayan firmado una declaración jurada afirmando que tienen armamento nuclear, pero tampoco podemos atacar a Corea del Norte porque puede disponer ya de armas nucleares. El patrón que parece emerger que es: "No ataques a nadie, por ningún motivo, nunca. Nunca".
De estas palabras, deduzco que a la señora Coulter le encantaría que estallase una conflagración nuclear en la que muriesen decenas de millones de personas.
Los demócratas están irritados porque Corea del Norte tiene misiles nucleares, con Howard Dean diciendo que los demócratas son más firmes que los republicanos en materia de defensa porque, desde que Bush es presidente, Corea del Norte "ha cuadriplicado su arsenal de armamento nuclear". No era muy difícil. Clinton concedió a los norcoreanos 4.000 millones de dólares para construir reactores nucleares a cambio de vagas promesas de no utilizar los reactores para construir bombas. Pero extrañamente, a pesar de este triunfo de la "diplomacia", los salvajes no respondieron portándose bien. En su lugar, se pusieron a trabajar inmediata y febrilmente en la construcción de armas nucleares.
Vaya, otra vez la señora Coulter vuelve a confundir términos. Donde se lee "Corea del Norte" podríamos leer "Israel".
Pero esa es otra amenaza que los demócratas no juzgan que esté madura para la acción aún. En "Meet the Press" el pasado domingo, el senador Biden despreciaba a la ligera a los norcoreanos diciendo que "su gobierno es como un escolar de octavo grado que busca llamar la atención con un petardo" y que "ni siquiera la gente de Inteligencia dice que sea seguro que tengan armas nucleares".
¿Esa es la prueba? ¿Necesitamos tener la absoluta certeza de que los norcoreanos tienen una bomba nuclear capaz de golpear California con Kim Jong Il jurando solemnemente bombardear Estados Unidos (y dando realmente su palabra esta vez) antes de que nosotros... qué? ¿Si tienen una bomba nuclear, qué hacemos entonces? ¿Es la guerra mundial termonuclear esa en la que los demócratas por fin van a estar dispuestos a luchar?
Los demócratas no reconocerán la existencia de "una amenaza inminente" en ninguna parte del mundo hasta que haya un misil nuclear a 12 minutos de Nueva York. Y entonces nunca tendremos la satisfacción de decirles "Os avisamos" porque estaremos todos muertos.
Cuanta ignorancia se desprende de estos párrafos. Esta señora se olvida que Corea del Norte, a la práctica, es un "satélite" de China que esta utiliza para "lanzar" determinados tipos de "mensajes" al mundo (y a Estados Unidos, mucho más concretamente) de su capacidad para hacer sentir todo el peso de su arsenal nuclear estratégico.
Quizás deba matizar lo dicho unos párrafos más arriba. Sí, anhela una guerra termonuclear, pero sólo una en la que quienes sufran sus consecuencias sean los demás.
Pero aquí observamos aquello de lo que adolece siempre la propaganda barata: carecer de todo fundamento lógico.
1 Comments:
A mi personalmente me parece muy triste que esta señora está claramente estereotipada: forma parte del 30% de americanos que votaron a Bush. Y me parece muy triste porque no estamos hablando de un país africano con un bajo índice de alfabetización y sin acceso a internet: estamos hablando de los Estados Unidos de América.
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