miércoles, marzo 22, 2006

Ateísmo

Hace poco Slavoj Zizek publicó un artículo titulado Atheism is a legacy worth fighting for en Gran Bretaña que ha levantado un gran debate. Yo pude leer un extracto este domingo en La Vanguardia, y hoy en este blog he visto que lo han traducido al castellano. Os lo copio a continuación (levemente corregido):


El ateismo, un legado por el que vale la pena luchar

Slavoj Zizek

Internacional Herald Tribune

15-III-2006

LONDRES

Desde hace siglos, nos han dicho que sin religión no somos más que animales egoístas luchando por la cuota que nos toca, nuestra única moralidad la de una manada de lobos; únicamente la religión, se dice, puede elevarnos a un nivel espiritual más alto.

Hoy, cuando la religión emerge como la fuente de la violencia asesina por todo el mundo, las afirmaciones de que los fundamentalistas cristianos, musulmanes o hindúes solamente están abusando y pervirtiendo los mensajes espirituales nobles de su fe nos suenan a huecas. ¿Y qué hay de restaurar la dignidad del ateísmo? Es uno de los legados más grandes de Europa y quizás nuestra única posibilidad para la paz.

Desde hace más de un siglo, en Los Hermanos Karamazov y en otras obras, Dostoyevsky nos advirtió contra los peligros del nihilismo moral sin Dios, argumentando en esencia que si Dios no existe, entonces todo se permite. El filósofo francés André Glucksmann incluso aplicó la crítica de Dostoyevsky sobre el nihilismo sin Dios al 11-S, como sugiere el título de su libro, Dostoyevsky en Manhattan.

Este argumento no podía estar más equivocado: la lección del terrorismo de hoy es que si Dios existe, entonces todo se permite, incluso haciendo explotar a miles de paseantes inocentes –por lo menos a los que proclaman actuar directamente por parte de Dios, ya que, claramente, una línea directa a Dios justifica la violación de cualquier consideración meramente humana.

En poco tiempo, los fundamentalistas han llegado a no ser muy diferentes de los comunistas estalinistas “sin dios”, a quienes todo se les permitía, ya que se consideraban como los instrumentos directos de su propia divinidad, la Necesidad Histórica del Progreso hacia el Comunismo.

Los fundamentalistas hacen lo que consideran buenas obras para cumplir con la voluntad de Dios y para ganarse la salvación: los ateos las hacemos simplemente porque es la cosa correcta que hay que hacer. ¿No es esa nuestra experiencia más elemental de la moralidad? Cuando yo hago una buena obra, la hago no con el objetivo de ganar el favor de Dios; la hago por que si no la hiciera, no podría mirarme en el espejo. Una obra moral es, por definición, su propio premio. David Hume hizo esta puntualización agudamente cuando escribió que la única manera de mostrar verdadero respeto por Dios es actuar moralmente mientras ignoras la existencia de Dios.

Hace dos años, los europeos estaban debatiendo sobre si el preámbulo de la Constitución Europea debía mencionar el cristianismo. Como siempre, se negoció un compromiso, una referencia en términos generales a la “herencia religiosa” de Europa. ¿Pero donde estaba el legado más preciado de la Europa moderna, el del ateísmo? Lo que hace única a la Europa moderna es que es la primera y única civilización en la cual el ateísmo es una opción enteramente legítima, no un obstáculo para ocupar cualquier puesto público.

El ateísmo es un legado europeo por el que vale la pena luchar, cuando menos porque crea un espacio público seguro para los creyentes. Consideren el debate que consumía a la opinión pública en Ljubljana, capital de Slovenia, mi país, mientras hervía a fuego lento la controversia constitucional: ¿debe permitirse a los musulmanes (principalmente trabajadores inmigrantes de las antiguas repúblicas yugoeslavas) construirse una mezquita?

Mientras los conservadores su opusieron a la mezquita por razones culturales, políticas e incluso arquitectónicas, el semanario progresista Mladina fue consistentemente vociferando con su apoyo a favor de la mezquita, en línea con su preocupación por los derechos de los que provenían de otras repúblicas yugoeslavas.

No sorprende, dado sus actitudes progresistas, Mladina fue tambien uno de las pocas publicaciones eslovenas de reproducir las caricaturas de Muhamed. Y conversamente, los que mostraron la mayor “comprensión” hacia las protestas violentas musulmanas que los dibujos causaron fueron los mismos que regularmente expresaron su preocupación por el destino del cristianismo en Europa.

Estas alianzas extrañas (contra natura) enfrentan a los musulmanes europeos con una elección difícil: la única fuerza política que no les reduce a ser ciudadanos de segunda clase y que les permite el espacio para expresar su identidad religiosa son los progresistas ateos “sin dios”, mientras que los más cercanos a sus práctica social religiosa, su imagen especular cristiana, son sus mayores enemigos políticos.

La paradoja es que los únicos verdaderos aliados de los musulmanes no son los que publicaron primero las caricaturas por su valor de choque, sino los que, en apoyo del ideal de la libertad de expresión, los reprodujeron.

Mientras un verdadero ateo no tiene necesidad de fortalecer su propia postura mediante la provocación a los creyentes con blasfemias, también se niega a reducir el problema de las caricaturas de Mahoma al respeto por las creencias de otros. El respeto por las creencias de otros como el valor más alto solamente puede significar una de dos cosas: o tratamos al otro de forma condescendiente y evitamos herirle para no arruinar sus ilusiones, o adoptamos la postura relativista de múltiples “regímenes de verdad”, descalificando como una imposición violenta cualquier insistencia sobre poseer la (única) verdad.

¿Qué hay de someter al Islam –junto con todas las demás religiones- a un análisis crítico, respetuoso, pero por esa razón no menos implacable? Esta, y solamente esta, es la única manera de mostrar un verdadero respeto por los musulmanes: tratarles como adultos responsables de sus creencias.

Slavoj Zizek, director internacional del Birkbeck Institute for the Humanities, es el autor de “The Parallax View.”

domingo, marzo 19, 2006

Mauritania

A continuación os copio un artículo que he leído en La Vanguardia de hoy (19-III-2006) escrito por José Bejarano, enviado especial del mismo diario a Nuadibu (Mauritania).


LA HERENCIA ESCLAVISTA

Casi todo el mundo tiene un "boy" trabajando en casa

NUADIBU. Enviado especial. Multirracial, casi desértica, pobre y socialmente sorprendente. Así es Nuadibu, la segunda ciudad de Mauritania. La cifra de habitantes oscila, según la fuente, entre 70.000 y 100.000. Recientemente ha crecido mucho como consecuencia de la llegada de senegaleses y malienses que se han instalado en barrios hechos con bidones. Las casas aparecen dispersas, con alguna calle asfaltada, la arena del desierto tiende a cubrirlo todo y forma pequeñas dunas entre los edificios. Miles de cabras deambulan en busca de una hierba o una basura que comer. La presencia de españoles procedentes de Canarias es alta debido a la tradición pesquera de esta ciudad.

El tráfico, aunque escaso, es caótico. Y a menudo se producen cortes de luz. Sorprende que a pesar de la pobreza reinante, multitud de familias tengan un chico a su servicio. El boy, le llaman, y se encarga de guardar y limpiar la casa, lavar y planchar la ropa y, con frecuencia, hacer la comida. Se trata de una herencia del pasado esclavista, cuya abolición no tiene más que veinte años. No es un privilegio de las familias acomodadas, sino de casi todo el mundo. Más barato que tener una lavadora es tener un boy, por lo general de origen senegalés o maliense. Hay en la ciudad una creciente presencia de chinos, alrededor de mil según los cálculos, que se dedican a la pesca (diez empresas del sector las han creado ellos) y cinco restaurantes. La principal riqueza es la pesca, de la que viven directa o indirectamente 35.000 personas, y la mina de hierro de Zuerat.

Mauritania se define como una república islámica. Pero esta sociedad es más matriarcal que patriarcal. Las mujeres no hacen nada en casa, que para eso está el boy, y tienen tiempo para divertirse. Conducen como los hombres y fuman, si bien no en público. El divorcio lo puede pedir tanto el hombre como la mujer y es un fenómeno muy extendido. Al contrario que otros ciudadanos de países de su entorno, los mauritanos no emigran porque "el carácter beduino nos permite vivir con poco y tenemos un vínculo con el desierto irrompible", dice el presidente de la Media Luna Roja, Ahmad Ould Haya.

Algunos boys llevan muchos años y han obtenido la nacionalidad. De ahí que la ciudad esté llena de subsaharianos cuya intención no es, que se sepa, emigrar. Otra cosa es lo que haga cada uno después. A veces desaparecen y al poco llaman desde Canarias para decir adiós. Una familia se queja de que la fiebre de la emigración está transformando el carácter de los boys, que ahora por menos de nada amenazan con irse a Canarias. Pero les pagan tan poco (60 euros al mes, con derecho a comer en casa) que tendrían que ahorrar durante años para el pasaje. Lo sorprendente es que el salario medio de un trabajador está en torno a los 170 euros y que aún así se puedan permitir tener un criado en casa.

miércoles, marzo 15, 2006

La motivación de un creador

"Tenias que hacer de pago la web"

"Ya"

"Y que la gente pagara por bajarse los videos"

"Ya"

"Y meter fondos de escritorio y politonos y la ostia"

"Mira, eso es buena idea"

Enlace original aquí.

lunes, marzo 13, 2006

Drogas compradas con dinero público

No creo que sorprenda (ni escandalice) a nadie si afirmo que buena parte de los "famosos" (políticos, actores, cantantes, futbolistas, empresarios y ricachones de lo más variado) que suelen pulular por este país no le hacen ningún asco a la coca (entre otras cosas), cuando no la consumen regularmente en sus saraos y fiestas: es de conocimiento común que el famoso Pocholo Martínez Bordiu (por mencionar un caso emblemático) es más que un asiduo consumidor de farla. Y, dicho sea de paso, eso no me parece mal (estúpido, pero no mal)... Mientras lo paguen de su bolsillo, claro.

Pero según el siguiente artículo publicado en el blog de Jorge Cortell (persona que me merece bastante crédito) parece que alguien mete mano a la caja para financiar el vicio:

La primera vez que oí esto fue en San Sebastián, al finalizar una conferencia, y por cautela y prudencia (y un toque de escepticismo que siempre me acompaña) decidí no hacer mucho caso. Mi amigo M. me contó que había trabajado en el Festival de Cine de San Sebastián, y que era “normal” que las azafatas comprasen (con dinero del Festival, que es dinero público, o sea que usted y yo pagamos de nuestros bolsillos) droga para las “estrellas” y los “mandamases”.

Aunque me pareció escandaloso, y me entraron ganas de pedirle pruebas para publicarlo, decidí no hacerlo, y esperar a mejor ocasión.

Pues bien, ayer, al finalizar la conferencia que dí en el Copyleft Málaga (por cierto, siempre interesantísimo acudir a estos eventos), mi amigo F. me dijo que en el Festival de Cine de Málaga hay una partida presupuestaria oficial y establecida de 60 EUROS AL DIA para ALCOHOL para cada invitado (las “estrellas” y los “mandamases”). Además, y esto ni está establecido en un importe fijo, ni aparece en ningún papel oficial, las azafatas compran (con dinero del Festival, que es dinero público, o sea que usted y yo pagamos de nuestros bolsillos) droga para las “estrellas” y los “mandamases”.

¿Qué ocurre aquí? ¿Qué nivel de degradación sufre la escala de valores de un país cuando un Gobierno permite que con dinero público se compre droga para agasajar y tener a bien a unos invitados por su “glamour”?

¿Cómo puede ser que hable siempre de que determinadas prestaciones sociales no se pueden alcanzar, pero nunca se hable de que esos “recursos escasos” no lo serían tanto si se frenase el exceso y la corrupción del Gobierno? Y no hablaré de la escalada de funcionarios, con respecto a la población general, y el absurdo que supone que en una época donde las tecnologías permiten el aumento de productividad de cualquier organización, el Estado necesite cada vez más recursos proporcionales para “administrarse”.

Lo que este caso destapa es la visión vácua y absolutamente deformada que tiene el Gobierno de la Cultura.

No sólo la mercantiliza, sino que además el mismo Gobierno es verdugo y víctima:

- Verdugo al convertirse en el “brazo armado” de los fundamentalistas del copyright restrictivo y destructor de la creación y la libre difusión de ideas.

- Víctima (lo que les lleva a ser verdugos por obligación en una especie de chantaje descarado y vil) por cuanto dependen políticamente de los votos, votos que son por desgracia muy manipulables y volubles al estar la población general alienada por los medios de comunicación masivos, medios que repetida y cansinamente muestran el producto-cultural-del-día o estrella fugaz, con el poder de convocatoria del momento, y manipulado a su vez por las multinacionales (productoras, discográficas, etc) y Suciedades de Gestión. O dicho en otras palabras: que la Menestra de Cultura se caga en los pantalones si Pispal o Chilloa sale en la tele diciendo que el PSOE es malo y los trata mal (y saldrían en la tele diciendo lo que sea que les ordene su discográfica o la Suciedad de Gestión de turno, que no deja de ser la voz de aquella). Por supuesto lo harían de forma “elegante”, como poniéndose una camiseta que diga “No a la guerra” en una entrega de premios televisada, o firmándole un disco con la dedicatoria “La música se muere, por favor ayúdanos” (sólo les falta añadir “o atente a las consecuencias”).

¿Es esta la “Cultura” que queremos, y que se pretende “proteger”?

domingo, marzo 12, 2006

El gran capital... español

Os enlazo a este PDF que he podido leer esta mañana en Rebelión. Incluye una lista de los magnates españoles y lanza algunas preguntas al aire que deberían de hacer pensar a más de uno...

viernes, marzo 10, 2006

¿Qué hacer?

DE CUEVAS COMO TEST

(por Javier Ortiz)

Estoy lejos de apuntarme a la vieja lógica según la cual «los enemigos de mis enemigos son mis amigos», pero hay pendencias que uno no puede pasar por alto, por ajenas que en principio le resulten.

Estoy pensando, muy en concreto –aunque no sólo–, en la que tiene montada el patrón de la CEOE, José María Cuevas, contra José Luis Rodríguez Zapatero. La fobia de este individuo por cuanto dice o hace el presidente del Gobierno es de diván. Está tan cegado por su cólera jupiterina que, con tal de atacarle, acaba por meterse en líos que no forman parte de su negociado, que no le convienen lo más mínimo y que le ponen lastimosamente en evidencia.

Lo de ayer fue antológico. Convirtió en un aprendiz al famoso elefante de la cacharrería. Primero la emprendió contra la OPA de Gas Natural sobre Endesa, definiéndola como una operación empresarial «muy a la catalana», lo que provocó el cabreo inmediato del empresariado catalán, que no acabó de verle la gracia a la expresión. Luego desbarró un rato hablando desdeñosamente de los intentos gubernamentales de propiciar la pacificación de Euskadi, lo que le acarreó la respuesta fulminante de la patronal vasca, que no entiende –y se le entiende– que ése sea un asunto sobre el que quepa frivolizar. En ambos casos, su objetivo obvio y declarado era Zapatero, pero embistió contra todo lo que vio de por medio, sin reparar en que se estaba buscando la enemiga de dos de los colectivos empresariales más importantes del Estado.

La rabiosa hostilidad de Cuevas hacia Zapatero tiene hondas raíces psicopatológicas, muy vinculadas con los viejos traumas falangistas del personaje, pero no es una peculiaridad que el jefe de la patronal española cultive en privado, ni mucho menos. No hay más que echar un vistazo cada mañana a los periódicos para comprobar que toda la España Eterna comparte en una u otra medida la misma obsesión, cada cual en su rama sectorial. El PP y sus voceros periodísticos están que se salen, literalmente. A su lado, el clero vaticanista se sube por las paredes, día sí y día también, por las mayores chorradas. Por tener, hasta tenemos militares que aventan por los papeles la nostalgia que les produce la quietud de su sable mandoblero.

«Están como en 1993, cuando iban a por Felipe González», dijo el miércoles pasado en Radio Euskadi María Antonia Iglesias en la tertulia que tenemos allí todas las semanas. No le contesté, porque uno no puede responder a todo, pero lo cierto es que aquella situación y ésta no tienen apenas nada que ver. La prueba nos la aporta el propio José María Cuevas, que sentía auténtica veneración por Felipe González y odia a José Luis Rodríguez Zapatero. En aquel tiempo los que estábamos más de los nervios éramos los que contemplábamos con consternación un panorama dominado por el terrorismo de Estado y la corrupción político-económica. El Vaticano estaba contento. Los centralistas más acérrimos, saboreando su LOAPA. Washington, que se deshacía.

La dificultad que presenta la situación actual es encontrar el modo de zurrar a Zapatero –porque se lo merece por mil conceptos– sin beneficiar a los que son mucho peores que él y, a la vez, frenar a estos últimos con toda la energía necesaria sin hacer con ello el caldo gordo al propio Zapatero.

«¿Es posible algo así?», me preguntaba ayer una amiga. «No es fácil», le contesté. «Pero, si fue posible colaborar con los aliados contra Hitler sin convertirse por ello en agentes de Washington –continué–, también en este caso cabrá encontrar el modo de “golpear juntos y marchar por separado”».

Soy el primero en pensar que el argumento tiene su peso –a fin de cuentas es mío–, pero no acabo de convencerme a mí mismo.

lunes, marzo 06, 2006

Blockbuster y su "pelotas fuera"

Esta tarde he leído este interesante artículo en el blog de Jorge Cortell sobre el cierre de la cadena Blockbuster en España, cosa que supone el cierre de sus 100 tiendas y el despido de 723 trabajadores. A parte del hecho en sí, cabe destacar el hecho de que la dirección de Blockbuster ha culpado que esta situación viene causada por la piratería y a las supuestas pérdidas económicas que esta le causaría.

Resulta incongruente dicha acusación ya que Blockbuster ha destacado siempre por su, fácilmente constatable, pésima política empresarial: sus elevados precios, 3'50 euros el alquiler de una película en DVD mientras que en la mayoría de videoclubs el precio es de 2 euros (caso del Monkey Bussines); su escasa oferta de películas que no fuesen "de estreno", además de los pocos ejemplares de alquiler a la disposición del público; el hecho que supone el abaratimiento de la producción de DVDs, cosa que ha supuesto que en muchos periódicos los ofrezcan a bajísimo precio (1 o 2 euros), cuando no gratuitamente, junto con el diario y otros suplementos; y eso sin contar la competencia de las grandes superficies como FNAC, que llega a vender películas a 6 o 7 euros; podéis encontrar más causas de su fracaso aquí y también podéis leer algunas opiniones de gente conocedora del sector en estos comentarios del artículo de Jorge Cortell.

Es de suponer que si a mi (y a muchos otros) se me han ocurrido estas numerosas causas, bastante más fundamentadas que no la aducida por los gestores de Blockbuster, cabe llegar a dos posibles conclusiones (y que, bien pensado, una no excluye a la otra): que dichos gestores sean unos ineptos, o que sean malintencionados y prefieran culpar a los usuarios/clientes de su falta de pericia en vez de asumir las responsabilidades que les corresponde.